Nació el 23 de diciembre de1882, en Victoria provincia de la Pampa.Fue el autor de la obra de infraestructura más importante y trascendente de la historia argentina. No quedan dudas al respecto. Hizo construir caminos, miles de escuelas, centros de recreación y turismo, cuarteles, barrios, viviendas, parques y edificios emblemáticos. Durante casi una década desplegó una tarea que no tuvo pausas. Su nombre quedó perpetuado en el aeropuerto de Ezeiza y en el centro turístico de Embalse, en Córdoba.
Prolífico hacedor: Entre 1944 y 1952 desplegó una monumental tarea. Construyó miles de kilómetros de rutas, 10.000 escuelas, 1.017 institutos secundarios y terciarios; la mayoría de los actuales cuarteles del Ejército, hoteles de turismo, complejos de turismo social en Chapadmalal y Embalse de Río Tercero, espacios de esparcimiento y balnearios populares como el de Costanera Norte; barrios como el de suboficiales en Campo de Mayo; el de Saavedra; los barrios populares y de monobloques y que, con la acción del Banco Hipotecario, saldó el déficit nacional de viviendas que era de 650.000 unidades.
Implementó un sistema de préstamos de dinero en efectivo con un bajo interés anual y garantizado por una hipoteca. No por nada, Evita lo llamó “el corazón de Perón”. Pistarini hizo construir los edificios de Vialidad Nacional, del Ministerio de Obras Públicas, el emplazamiento de Obras Sanitarias de la Nación (hoy Aguas Argentinas). Al mismo tiempo, desarrolló una flota fluvial de última generación que llegó a ser la primera de Latinoamérica y la cuarta del mundo y por supuesto, levantó el aeropuerto internacional de Ezeiza y la autopista que la conecta con la ciudad.
Su gestión concluyó el 4 de junio de 1952. Después de la revolución de 1955, cayó detenido y fue preso al penal de Ushuaia, murió a los 74 años, en el Hospital Militar, el 29 de mayo de 1956, con la celebración del Día del Ejército. Sus restos descansan en Embalse Río Tercero. De su singular existencia –en la que quizá cometió el “pecado” de ser fiel amigo del General Perón-, una actitud lo ensalza más allá de las mezquindades humanas. “Llueva o no llueva, la familia siempre come”, expresó cuando hizo derogar la ley donde se disponía que el obrero cobrara su jornal siempre y cuando el clima le permitiera trabajar.

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